La fibromialgia se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado acompañado de fatiga, problemas de sueño, memoria y bajo estado de ánimo. La investigación ha demostrado que en estos casos, la respuesta al dolor parece ser amplificada por un sistema de respuesta al dolor desequilibrada. A menudo comienza después de un evento estresante ya sea físico, ambiental o psicológico, o se acumula con el tiempo.
Las mujeres se ven más afectadas que los hombres y, a menudo, se asocia con otros problemas médicos crónicos como dolores de cabeza, trastornos de la articulación temporomandibular, síndrome del intestino irritable, ansiedad, depresión y enfermedades autoinmunes. La causa y la cura no están claras en este momento. La fibromialgia se trata con medicamentos y modificaciones en el estilo de vida para ayudar a controlar los síntomas.
La Medicina Holística Integral utiliza varias herramientas y diferentes recursos para ayudar a controlar los síntomas de fibromialgia y sentirse mejor. Desde el punto de vista de la medicina funcional, es muy útil balancear la salud digestiva, el equilibrio hormonal hipotálamo-pituitario-suprarrenal y tiroideo, la disfunción energética, la exposición a toxinas y las anomalías del sistema nervioso.
El dolor crónico se caracteriza por una sensibilidad anormal, debido a la generación de una respuesta dolorosa por fibras nerviosas que normalmente generan sensaciones inocuas. Hay aumento de la excitabilidad, disminución de la inhibición, reorganización estructural a nivel de la médula espinal y el cerebro, así como memoria del dolor y respuesta a nivel cognitivo, todo esto contribuyendo a una respuesta desadaptativa y sensación de dolor.
El dolor crónico afecta la percepción de salud general del paciente, interfiere con la calidad de vida, la capacidad hacer las actividades diarias y de disfrutar, lo que resulta en aislamiento, riesgo de depresión, ansiedad y otros problemas médicos y psicológicos al igual que tiene un impacto financiero y general generando alto estrés.
Idealmente, el manejo del dolor crónico no oncológico incluye la participación de diferentes especialidades, incluyendo al médico de atención primaria, especialista en dolor, psicólogo y fisioterapeuta.
La Medicina Holística Integral también es útil para apoyar al control del dolor crónico, restaurar el equilibrio, disminuir la inflamación y apoyar la capacidad de autosanación del cuerpo. El control del dolor también es más fácil cuando se trabaja con el sistema energético, la conexión entre cuerpo y mente, el sistema neuro fascial y la salud del microbioma, que se han relacionado estrechamente con la salud nerviosa y general.
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